Fijó sus raices en el amplio campo del soul cuando sólo tenía 16 años. Su imagen hippie y pueril parecía contradecir el estilo clásico por el que pretendía conducir su carrera discográfica, pero enseguida esta joven, Joss Stone, demostró que podía cantar con su voz profunda y áspera temas llenos de dulzura y tristeza o por el contrario dar la fuerza y ritmo más desbocado a los temas más funky.

Su disco de debut fue multi-platino y nominado al Premio Mercury cuando, como decíamos antes, tenía tan sólo 16 años. Se trataba de versiones de canciones de algunas de sus más importantes influencias musicales, pero sus álbumes posteriores también contaron con su faceta compositiva, alcanzando un buen número de éxitos siendo catalogada como una de las artistas con más talento para el comienzo de este nuevo milenio.